El Gran Error

RELATO CORTO EL GRAN ERROR

EL GRAN ERROR

Observo a los animales y veo que funcionan tal como deben, tal como cabría esperar.

Los carnívoros y omnívoros, por instinto y necesidad, cazan. Lo hacen de manera cabal, nunca matan por matar. Los herbívoros en ocasiones pueden defenderse del ataque de algún depredador o de los insectos.

Entre los de su misma especie, muchos viven en una manada y lo hacen en armonía. Solo tienen algún enfrentamiento a la hora de aparearse o para dirimir quien debe guiar a la manada… Además, hasta ahora, jamás he visto peleas entre las manadas de la misma especie. Y si no es para cazar tampoco con otras especies.

Con las hembras, en época de celo, se aparean y tienen hijos a los que cuidarán hasta que sean capaces de moverse por sí mismos. Ningún macho agrede o mata a una hembra y las hembras tampoco les provocan a ellos o tratan de dominarlos. Cada cual tiene el papel que se les atribuyó y no existen los abusos de poder.

Incluso los seres más pequeños, hormigas, abejas, termitas y muchos más se organizan en comunidades y cada cual realiza el trabajo para que mejor se encuentre dotado. Sin envidias, sin rencores ni malos rollos. Esto les ha permitido subsistir desde hace… ¡buf! Casi ni se sabe…

RELATO CORTO EL GRAN ERROR
RELATO CORTO EL GRAN ERROR ©MONTSERRAT VALLS GINER Y ©JUAN GENOVÉS TIMONER

A pesar de las dificultades que la vida les trae, suelen ser felices y aceptan lo que les va ocurriendo…

¡Me encantan los animales!

Pero el hombre, siendo la especie más inteligente, es la que actúa con menor lógica.

El odio, la codicia, el desenfreno, la crueldad… en fin, todo tipo de maldades son los cimientos que han elegido para sus vidas…

Es la única especie animal, que se pelean y se matan entre ellos… a veces, simplemente, porque alguien le cae mal o hace las cosas mejor…

Llegan hasta tal punto que se organizan por manadas para tratar de joder a otra manada y mejor aún, si es posible, eliminarla.

Han organizado sociedades por el único deseo de una pequeña parte, de obtener beneficios de las necesidades de los demás… lo más esencial, la comida y el cobijo, lo tenían prácticamente resuelto, pero no, eso no les ha sido suficiente jamás.

Ya desde el principio de los tiempos han matado a sus semejantes simplemente para obtener prebendas, por envidia, por celos…

Encima no están satisfechos de los roles que les corresponden, el que es fuerte, envidia la inteligencia. El inteligente la fuerza. La mujer envidia lo que considera la supremacía del hombre. El hombre, secularmente, ha tratado de someter a la mujer…

Son tan bestias que incluso matan a sus parejas, por haberse cansado de ellas o por beber o drogarse, o por celos, generalmente, infundados…

No estaban hechos para estructurar sociedades y familias… como los otros animales estaban pensados para vivir en manadas y así mejor defenderse y protegerse. Para aparearse machos y hembras… cuidar y proteger a su descendencia hasta que pudieran desenvolverse solos y en el siguiente celo, no necesariamente debían seguir con la misma pareja…

Cometí un gran error. Pensé que el ser humano, finalmente, evolucionaría para ser cada vez mejor…

En ocasiones no puedo evitar pensar lo que Dios debe opinar… Seguro que, si opinara, diría algo así:

Es un error que no he sabido remendar… y lo siento… Eso sí, he de decir que me di cuenta enseguida, gracias a una manzana… Traté de cambiar las cosas a base de quitarles atribuciones y de que tuvieran de espabilarse por sí mismos.

Y ¿qué pasó…? Que, para solucionar el desaguisado, tiempo después, tuve que enviarles un Diluvio, para dejar que la cosa empezara de nuevo… Pensé que con esto dejaría de nublárseles la razón… pero que va, cada vez son más retorcidos… han creado armas para matar a lo bestia… continuamente intentan apropiarse de lo de los demás…

Les dejé que se acordaran de mí, incluso usando diferentes nombres y lo que han llamado diferentes religiones, pero hasta esto, que debía servir para sentirse agradecidos y saber lo que les aguarda, les ha servido para matarse entre ellos, ya desde casi el principio…

Además, se sienten tan sumamente superiores, que se han permitido el lujo de olvidarme cada vez más e ir indagando la manera de poderme superar… Imagina, superarme a Mí, que soy quien les ha creado… Me tienen realmente cansado…

Estoy tan harto y enfurecido, que esta vez en lugar de lluvia, les estoy enviando eso que han dado en llamar cambio climático… por cierto, que hasta esto se atribuyen como debido a sus actos… lo que no saben es que cada vez hará más calor… será lento, para que las otras especies puedan adaptarse… pero ellos, esta chusma, que han sido el gran error, que para mí desgracia concebí, desaparecerán achicharrados lentamente de la faz de la Tierra… No se merecen llegar a Mi lado, ni siquiera se merecen el fuego eterno del que hablan muchas de sus religiones.

Qué le vamos a hacer, más adelante cuando esté aburrido, trataré de crear algo un poco mejor… veamos si esta vez acierto…

El Gran Error – Serie Relatos Cortos – Copyright ©Montserrat Valls y ©Juan Genovés

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