¿Hacia un Futuro Mejor?

RELATOS CORTOS¿HACIA UN FUTURO MEJOR?

¿HACIA UN FUTURO MEJOR?

Corría el año 2.020, pero John no lo sabía… debía tener unos 30 años… pero tampoco lo sabía.

Eran demasiadas las cosas que John no sabía… pero tampoco le importaba demasiado…

El sol lucía en todo su esplendor; sobre el jardín, desde la ventana, John observaba la sombra de los árboles… que aquel día, se le antojaba como una macabra danza de seres de otro planeta…

Llevaba muchos años encerrado en aquella habitación… conocía todos y cada uno de los rincones… de los pequeños desconchados de la pared, que volvían a aparecer poco tiempo después de cada nueva pintada…

Había aprendido a jugar con las luces y las sombras, que se producían en las paredes, cuando el sol lucía a través del ventanal…

Tan solo, de vez en cuando la abandonaba, para ir a la visita rutinaria en el hospital… Y siempre, acompañado por aquellos monstruos… sus padres…

De pronto, cuando más absorto estaba, estaba disfrutando de las fantasmagóricas sombras de los árboles…, una voz le devolvió a la realidad…

John, hijo mío, vístete…, que vamos a ver al doctor Lawrence…

John, respondió airado: “lárgate de aquí monstruo…”

Ella le contestó: “Te he dicho que te vistas inmediatamente… y por cierto, llámame mamá…»

John, sabía que no podía ganar de ninguna manera, por tanto se vistió y se dispuso a seguir inmediatamente a su… ‘mamá’…

¿Hacia un Futuro Mejor? Foto por Alek Kalinowski on Unsplash

Cuando llegaron al hospital, como siempre la misma cantinela de los dos monstruos…“Dr. Lawrence, a ver cómo encuentra hoy a John…”

El doctor, le dijo a John: “siéntate”. Y rogo a sus padres que abandonaran el despacho…

El Dr. Lawrence, le pidió a John, que le contara su historia, por enésima vez…

John, por enésima vez también, empezó su relato: “me llamo X-trop-10, soy el piloto de la nave intergaláctica T-100-Q2, que se halla en reconocimiento del tercer planeta del sistema solar… este planeta acuoso, que ustedes llaman Tierra…”

El doctor, le dijo a John, que esto no podía ser cierto ya que, él mismo, había asistido el parto de su madre…

John, volvió a repetir lo de siempre: “cuando llegué a la Tierra desde la nave intergaláctica, lo hice con el desintegrador de materia y tomé prestado este cuerpo… y desde entonces he estado tan controlado, que no lo he podido abandonar para volver al transporte molecular…”

El doctor, hizo entrar nuevamente a los padres de John y les dijo que era la primera vez, que veía un brote esquizofrénico, que durara tantos años… que no se desesperaran… que siguieran con el tratamiento…

De vuelta a casa, llevaron de nuevo a John a su habitación… al cabo de un rato, la llave giró y se abrió la puerta… Entró su padre…

La imagen de aquel que decía ser su padre, le produjo a John, la misma repugnancia de siempre…

Aquel ser extraño, le dijo: “aquí tienes tu cena hijo… cómetelo todo… y sobretodo tómate las píldoras…”

Una vez salió el ‘padre’, la puerta se cerró con llave nuevamente, las glándulas salivares de John, empezaron a trabajar…

Aquellas pastillas, hacían las delicias de John… tenían un sabor increíble…

Como cada noche después de tomar las pastillas, John se dirigió a la ventana, que daba al jardín de la casa… con la mirada, empezó a buscar… como siempre…

De pronto,… la cara de John, se iluminó… al pie de la encina gigante estaba aquello. Aquello que había buscado durante tanto tiempo… Trazó un plan mentalmente…

Pasados quince días, se repitió aquella escena tan habitual para John… su ‘mamá’, entró en la habitación y dijo: “vístete John… que vamos a visitar al doctor Lawrence…”

Ella, quedó totalmente estupefacta, cuando John no respondió “lárgate… etc…”, sino que dijo: “enseguida mamá…”

La señora, no cabía en si de gozo… ¿sería un milagro o tenía razón el doctor y por fin empezaba a surtir efecto el tratamiento…?

El padre, enterado de la noticia, casi saltaba de alegría… en su cara, asomaban lágrimas de felicidad… abrió la puerta del garaje…

Se acercaron los tres al coche, cuando de repente… por la boca de John, empezó a aparecer una especie de tentáculo verde… después otro y otro…

Los padres, estaban horrorizados ante la dantesca escena, hasta el punto de caer desvanecidos…

El cuerpo de John, cayó al suelo, sin vida, después que aquel extraño ser terminó de salir de él…

Aquella especie de pulpo galáctico, corrió al pie de la encina, recogió el pequeño objeto que vio días atrás y oprimió el botón…

Aquella cosa se esfumó, para materializarse nuevamente en el interior de la nave intergaláctica T-100-Q2…

En el interior de la nave, su compañera Y-trop-12, le esperaba con los tentáculos en jarras y le dijo: «¡X-trop-10!, ¿te parece bien…? Llevo un montón de días ganimedianos esperándote…»

X-trop-10, balbuceando le dijo: «pero Y-trop-12, te juro que estaba en la Tierra de misión…»

Y-trop-12, dijo: «sí, sí de misión. Seguro que andabas ligando con Y-trop-27…»

«Palabra que no», dijo X-trop-10…

«Eres un mentiroso», respondió Y-trop-12…

Y así…  hasta Ganimedes… X-trop-10, empezó a pensar, que mejor hubiera sido quedarse en el cuerpo de John…

En la Tierra, Frank y Maggie, fueron juzgados y condenados, por el asesinato de su hijo John y encerrados en un psiquiátrico, por enajenación mental…

Decían haber visto extraterrestres…

¿Sabes una cosa?…

No te fíes ni de tus hijos…

Y si estás casado, no te vayas solo ni a comprar tabaco…

¿Hacia un futuro Mejor? – Serie relatos cortos – Incluido en «A lo Largo de la Larga Noche» Copyright © Montserrat Valls y Juan Genovés