Cerraré la Puerta

HISTORIA CORTA CERRARÉ LA PUERTA

CERRARÉ LA PUERTA

Cuando te han maltratado día a día, mes a mes, año a año, en eclipses y noches, llega un momento en el que no aguantas más.

No se trata del golpe, ni del insulto, ni tan siquiera de que el bebé se ponga a llorar. Es el miedo, rotundo y punzante miedo.

CERRARÉ LA PUERTA - ©MONTSERRAT VALLS Y ©JUAN GENOVÉS. IMAGEN DE ©WIKIMEDIA COMMONS
CERRARÉ LA PUERTA – ©MONTSERRAT VALLS Y ©JUAN GENOVÉS. IMAGEN DE ©WIKIMEDIA COMMONS

Basta el sonido de las llaves cuando él va a entrar, o al empezar a comer no saber si los vasos acabarán estampándose contra las paredes. Son los gritos que ya no oyes pero que inundan tu ser como si fuera ácido en tu rostro.

Todo esto lo pienso hoy. Esta mañana como otras mañanas, pero de distinta manera. Estoy haciendo las maletas y cojo lo imprescindible para mi bebé.

El teléfono suena. Es él.

No lo cojo, estoy abriendo la puerta.

Me llamo Irene, mi bebé Calpurnia.

Como decían en la novela “Matar a un ruiseñor”, no se puede matar a los ruiseñores, solo cantan y embellecen tu vida. Así que me voy con Calpurnia, cerraré la puerta y por favor… no digáis nada a nadie.

Cerraré la Puerta – Serie Relatos Cortos – Copyright ©Montserrat Valls y ©Juan Genovés

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