El Vecino

RELATO CORTO EL VECINO

EL VECINO

Amaya había llegado a la finca hacía un mes. Nunca encontraba a nadie. Por sus horarios, el ascensor parecía pertenecerle, siempre acudía a la primera, lo cual era una suerte pues vivía en el ático.

Hacer radio de madrugada, le encantaba. Desde la terraza, tomando el café de rigor, observaba las calles vacías. Algún coche o moto. Alguien yendo a la farmacia o a pasear un perro. Tranquilidad.

El viento de invierno a esas horas, no le molesta. Va sorbiendo su café caliente, aún le queda una hora antes de irse a la radio. Le gusta ir tranquila.

De repente suena el timbre.

Mira el reloj. Son las cuatro de la madrugada.

EL VECINO ©MONTSERRAT VALLS Y ©JUAN GENOVÉS. IMAGEN IA
EL VECINO ©MONTSERRAT VALLS Y ©JUAN GENOVÉS. IMAGEN IA
Medio molesta, abandona la terraza y entra en el piso dirigiéndose a la puerta y escudriña por la mirilla.

Frente a su puerta ve a un hombre de su edad. Atractivo. Varias cajas de cartón a su alrededor… ¿será un vecino nuevo?

Pone la cadena de seguridad y entreabre la puerta…

—¿Sí?

—Hola, me llamo Boris, perdona que te moleste a estas horas. Estoy de mudanza y he perdido la llave. Iba a llamar por teléfono, pero me he quedado sin batería en el móvil.

La chica por la puerta entreabierta le observa, ve que la ropa que lleva es de Paco Rabanne, lleva guantes de piel. Parece un tipo normal…

—No te preocupes. —comenta mientras le abre la puerta. —aunque parezca mentira, tengo teléfono fijo.

Boris entra y Amaya, disimuladamente mira sus tejanos ajustados. Le muestra el teléfono.

El viento en la terraza, comienza a soplar con más intensidad, ella se dirige a cerrar la puerta de la misma, pero antes decide tomar los últimos sorbos de su café.

Con su taza de café en la mano, se acerca a la barandilla muy baja para ser un ático, pero a ella no le asustan las alturas.

Da un sorbo y de soslayo ve una figura oscura, parece Boris… Un segundo, la luna llena, el vacío, alguien la ha empujado y está cayendo…

Boris, desde arriba, mira el cuerpo ya sin vida de Amaya… saca su móvil del bolsillo y marca un número…

—Sí. Ya está hecho el trabajo. Ha sido bastante fácil. Mañana ya no le tendrás que devolver los niños. Ya tendrás custodia total de tus hijos sin que te ponga obstáculos.

La voz de Boris se confunde con el rumor de la radio que, a bajo volumen, sigue encendida diciendo: “dentro de media hora, estará con vosotros Amaya, la voz de ‘Terciopelo Negro’ vuestro programa favorito de la madrugada.

Boris apaga la radio sale del piso y cierra la puerta con suavidad. Recoge las cajas de cartón vacías y baja en el ascensor.

En la calle, unas pocas personas se arremolinan entorno al cuerpo de una mujer muerta, mientras uno de ellos llama a emergencias… Empieza a llover…

Boris abre el paraguas y se aleja.

El Vecino – Serie Relatos Cortos – Copyright ©Montserrat Valls y ©Juan Genovés

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